lunes, 27 de mayo de 2013

Agnes Martin.


La belleza es el misterio de la vida

Cuando pienso en el arte pienso en la belleza. La belleza es el misterio de la vida. No está en los ojos, sino en la mente. En nuestra mente existe la conciencia de la perfección.
Respondemos a la belleza con emoción. La belleza nos trae un mensaje, Es un mensaje que no vemos claro a causa de las distracciones. A veces hasta pensamos que está por llegar. Ese mensaje habla de diferentes clases de felicidad y alegría.
La alegría tiene su representación más lograda en la Novena Sinfonía de Beethoven y en el Partenón.
Toda obra de arte trata de la belleza; toda obra positiva la representa y la celebra. Todo arte negativo protesta por la falta de belleza de nuestras vidas. Cuando muere una rosa bella, la belleza no muere, porque no reside realmente en la rosa. La belleza es una conciencia que hay en la mente. Es una respuesta mental y emocional que damos. Respondemos a la vida como si fuera perfecta. Cuando entramos en un bosque, no vemos los árboles caídos que se pudren; vemos una multitud de árboles ascendentes que nos inspira. Oímos incluso un silencio, aunque en realidad no lo hay. Cuando vemos a un niño recién nacido, decimos que es hermoso: perfecto.
El objetivo de la vida es la felicidad, y responder a la vida como si fuera perfecta es el camino a la felicidad. Es también el camino a la obra de arte positiva.
El papel del artista no consiste en preocuparse por la vida, en sentirse responsable de crear un mundo mejor. Esa es una distracción muy grave. Todo nuestro condicionamiento se ha orientado hacia una vida intelectual. Eso es inútil en la obra de arte. Todo condicionamiento humano es inútil en la obra artística. Conceptos, relaciones, categorías, clasificaciones, deducciones, son distracciones de la mente, que queremos tener libre para la inspiración.
En la mente hay dos partes, La mente exterior, que registra hechos, y la mente interior, que dice "sí" y "no". Cuando se piensa en algo que estaría bien hacer, la mente interior dice "sí" y se alboroza. A esto lo llamamos inspiración.
Para un artista ese es el único camino.
Nada ni nadie le puede ayudar. Ha de escuchar a su mente.
El camino del artista es un camino totalmente distinto. Es un camino de entrega. El artista ha de entregarse a su mente.
Cuando nos asomamos a la mente la encontramos recubierta de un sinfín de pensamientos que no valen nada. Hay que atravesarlos y oír qué es lo que la mente nos está diciendo que hagamos. Esa obra es obra original. Toda otra obra, hecha a partir de ideas, no es inspirada y no es obra de arte.
A la obra de arte se responde con emociones gozosas. A la obra sobre ideas se responde con otras ideas. Es tanto lo que se ha escrito sobre el arte, que lo confundimos con una ocupación intelectual.
Muy a menudo se piensa que el intelecto está detrás de todo lo que hacemos. A menudo se piensa que todo lo que existe se puede poner en palabras. Pero hay una extensa gama de respuestas emocionales que damos y que no se pueden poner en palabras. Estamos tan acostumbrados a dar esas respuestas emocionales, que no reparamos en ellas hasta que se representan en la obra de arte.
En realidad es nuestra vida emocional lo que domina sobre nuestra vida intelectual, pero no nos damos cuenta.
Tienes que descubrir la obra de arte que te gusta y percatarte de la respuesta que le das. Particularmente tienes que conocer la respuesta que das a tu propia obra. Es así como descubres tu dirección y la verdad de ti mismo. Si no descubres tu respuesta a tu propia obra, te pierdes la recompensa. Es preciso que al contemplar la obra sepas qué efecto produce en ti.
Si no eres artista, puedes descubrir cosas acerca de ti conociendo tu respuesta a la obra que te gusta.
Pregúntate: "¿Qué clase de felicidad siento yo con esta música o con este cuadro?"
Hay una felicidad que sentimos sin ninguna estimulación material. Puede ser que nos despertemos por la mañana sintiéndonos felices sin motivo. Los sentimientos abstractos o no objetivos son una parte muy importante de nuestra vida.
Las emociones personales y la sentimentalidad son antiarte.
Hacemos la obra de arte como algo que tenemos que hacer sin saber cómo saldrá. Cuando está acabada tenemos que ver si es efectiva. Aunque obedezcamos a la inspiración, no cabe esperar que toda obra se logre. Un artista es una persona capaz de reconocer el fracaso.
Si fueras compositor no esperarías que todo aquello que tocases fuera una composición. Lo mismo ocurre en las artes gráficas. Hay muchos fracasos.
La obra de arte es la única obra del mundo que es inmaterialista. Todos los demás trabajos contribuyen al bienestar y la comodidad humanos. Vemos aquí que el bienestar y la comodidad humanos no son lo que interesa al artista. Él es irresponsable porque su vida se desarrolla en otra dirección. Su mente atiende a la belleza y la felicidad. Es posible trabajar en otra cosa que no sea arte y mantener esa actitud mental e ir avanzando como artista. El interés inmaterial es esencial.
La última tendencia y la actualidad artística son distracciones innecesarias para un artista serio. Sacará mucho más provecho de responder al arte de todas las épocas y lugares. No en cuanto historia del arte, sino considerando cada pieza y el valor que tiene para él.
No puedes pensar: "Mi vida es más importante que la obra» y lograr la obra. Tienes que pensar que la obra es lo que más importa en tu vida. La vida del artista es aventurera. Una novedad tras otra.
Hasta aquí he hablado directamente a los artistas, pero esto vale para todos. Aprovecha la conciencia de la perfección que existe en tu mente. Ve la perfección en todo lo que te rodea. Intenta descubrir lo que verdaderamente sientes cuando escuchas música. Haz de la felicidad tu objetivo. La manera de descubrir la verdad de esta vida es descubrirse a uno mismo. Pregúntate: "¿Qué es lo que me gusta y qué es lo que quiero?" Averigua exactamente qué es lo que quieres en la vida. Pídele a tu mente inspiración para todo.
La belleza es imagen de la felicidad: el viento en la hierba, las olas que relucen una tras otra, el vuelo de las aves, todo habla de la felicidad.
El cielo azul sereno es imagen de una clase de felicidad, y la suave noche oscura es imagen de otra clase diferente. Hay un número infinito de clases diferentes de felicidad.
La respuesta es la misma para el observador que para el artista. La respuesta al arte es el verdadero campo del arte.
La composición es un absoluto misterio. Viene dictada por la mente. El artista trata de hallar ciertos sonidos o líneas que sean aceptables a la mente, y finalmente una disposición de ellos que sea aceptable. Las composiciones aceptables despiertan ciertos sentimientos de aprecio en el observador. Unas composiciones gustan a unos y otras a otros.
Pero si no son aceptadas por la mente del artista no gustarán a nadie. La composición y la aceptación por la mente son esenciales para la obra de arte. El arte comercial se hace premeditadamente para gustar a los sentidos, que es cosa muy distinta. La obra de arte es muy valiosa y es también muy escasa. Se necesita mucha aplicación para hacer una composición que sea totalmente aceptable. Las sinfonías de Beethoven, donde se ha compuesto cada nota, representan un esfuerzo humano titánico.
Para progresar en la vida has de renunciar a las cosas que no te gustan. Renuncia a hacer las cosas que no te gusta hacer. Tienes que hallar las cosas que sí te gustan. Las cosas que son aceptables a tu mente.
Verás que has de tener tiempo para ti, para averiguar qué es lo que le gusta a tu mente. Mientras marchas con los demás no vives realmente tu vida. Rebelarse contra los demás es igualmente vano. Tienes que hallar tu camino.
La felicidad es estar en la onda de la vida: sentir el tirón de la vida.

Agnes Martin, 1989

lunes, 5 de marzo de 2012

SOBRE Cómo Y Por qué TUVE QUE PONER TITULO A UN CUADRO

Desde hace tiempo me ha interesado el juego de lo reflejado en superficies transparentes para llevarlo a la pintura, en mi caso a través de la acuarela casi siempre, estas superficies se convierten en un punto intermedio de realidades opuestas y enfrentadas que se reúnen en un solo plano visual.
Reflejos de imágenes efímeras, que los son gracias al movimiento continuo de la luz, que junto a lo que se ve tras el cristal, la ventana, la superficie; se nos muestra como una imagen nueva, verdadera, fotográfica y ficticia, en un espacio intermedio entre dos lados, travesura entre lo material y lo inmaterial
En una visita a la sala de exposiciones de la Catedral de Jaén, me sorprendió mucho la sala - era la primera vez que entraba- y tal vez como complemento a las excelentes obras expuestas, me fascinaron las vistas hacia el interior de la Catedral, ya que la sala está en una planta superior. Imagen imponente que apreciaba a través de balcones acristalados donde confluían una suerte de elementos interiores en una atmósfera sagrada y silenciosa y de elementos exteriores y profanos.
Imágenes que me sedujeron y como suele suceder, me dirigen a interiorizarlas, a apropiarme de ellos, a través del quehacer pictórico y del juego creativo. Me sitúan en otro espacio que es también intermedio entre la imagen dada, elegida y el resultado final. Lugar donde transcurre el conflicto constante de idas y venidas, de saltos y de reservas.
Una vez concluida la obra, los reflejos evidenciados en el papel , en la acuarela dan una nota que al no identificarse como tal pueda ser no comprendida. En un principio me agrada este juego, llama la atención un elemento extraño que puede escaparse de los demás elementos de la composición sin ser interpretado. Quizás sea difícil de ver o entender el dialogo entre mundos opuestos cuando están en un mismo espacio que les fuerza a intervenir el uno en el otro.
Muchas veces me he ayudado del título para dar pistas para que el espectador pueda conformar y darle sentido, pues si esto no sucede, es habitual que la mirada cambie a otro espacio sin detenerse.
Ahora también pienso en un título, busco significados conceptuales sobre el reflejo, pienso en urnas (me parece que la catedral se ha convertido en una), pregunto a amigas y amigos para ver si es necesario un título aclarativo. Me canso de ello y no le doy importancia, pero sigo pensando, no estoy seguro y en estos devaneos recuerdo una pregunta que me hicieron periodistas en un pueblo de Madrid a raíz de una exposición: ¿Qué quiere usted decir con su pintura?. Pensé antes de responder que pintaba porque me gustaba, me pareció una respuesta desencajada en una pregunta tan trascendente y le contesté que era una manera de reconocer y elabora lo que me rodea.
Transcurre el tiempo y en la reflexión me pregunto por qué hago esto y no otra cosa.

“Reflejos de una realidad divina. Interior de la Catedral de Jaén”
El juego de reflejos exteriores en el cristal crea un espacio ilusorio y real al mismo tiempo, espacio en donde se detiene la mirada. Visión materializada que el cristal no deja pasar manteniéndola en una superficie plana, fría, sin posibilidad de atravesarla. Reflejos de luz en movimiento compiten con una arquitectura imponente también alojada en el cristal, que ha venido, se ha desplazado, igual que la luz, a entablar un dialogo en una misma zona ajena y compartida que se evanesce en luz, en movimiento, en ilusión.
Juego sutil de contrastes; oscuridad y luz; apariencia y realidad; orden y desorden; interioridad y exterioridad, de interrelaciones en un mismo espacio o superficie en una especie de conflicto y ansiedad.
Y vuelvo a pensar que igual no es casual, que no pinto porque si, no es el primer trabajo en donde se interrelacionan contrastes opuestos, miradas deconstructivas para volver a construir otro escenario, mi espacio.
A veces pienso…
Nicolás Angulo

jueves, 27 de octubre de 2011

DE LA CREATIVIDAD

CREATIVIDAD
Nicolás Angulo Otiñar

INTRODUCCIÓN
Desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha comunicado a través de variadas y diversas formas: gestos, movimientos, sonidos, imágenes, palabras, objetos, escritos,...
Las artes ofrecen valiosas alternativas de expresión, permitiéndole al creador/ intérprete sumergirse en su interior, dialogar consigo mismo y con los demás. De este modo el individuo puede reconocerse a sí mismo, identificarse, aceptarse, interactuar con su entorno, incluso dar nuevas formas y perspectivas a su existencia.
Por otra parte, el arte es una vía de expresión personal a través de un amplio campo expresivo, además en su realización, permite un compromiso físico y emocional que da vida a un espacio mágico y lúdico, con características distintas de lo racional, intelectual, también de lo competitivo, y sin necesidad de verbalizar.
A través de este proceso creativo se accede dentro del ser dando la oportunidad de volcar ideales, conflictos, la propia identidad, manifestándose emociones ( a veces dolores), alegrías, mecanismos de defensa, realidades personales, grupales, familiares..., que pueden dialogar con su creador mostrándole nuevos significados.




El proceso artístico es en sí mismo terapéutico, revelador y enriquecedor:

Hacer arte es una meditación, y al meditar se produce un cambio fisiológico; la persona se concentra profundamente, se mete para adentro.
Hacer arte es magia de verdad, lleva a la persona hacia adentro, “a otro lugar”.
El arte cura conectando a la persona con algo, algo más grande que él mismo.
El arte permite conectarse consigo mismo de otra manera.
De manera objetiva, el arte puede ayudar a la gente a ser testigos de sí mismos.
El arte puede llevar a la persona desde su interior al exterior.
El arte cura porque es como un juego; lo devuelve a uno al espacio de la niñez.









La creatividad es una determinada forma de funcionamiento cognitivo o modo de elaborar o manipular mentalmente la información, que da lugar a cierto tipo de productos creativos, es decir, resultados, soluciones o comportamientos que sean de calidad y originales.
Todo proceso creativo está basado en las nociones de juego, y también de deseo, de placer.
A través de la creatividad podemos crear actitudes de comprensión, adquirir autonomía y libertad, desarrollar lo visual y potencia las facultades creadoras. El pensamiento de la creatividad es un pensamiento divergente, que se caracteriza por ser abierto, optimista alejándose de la línea convergente de la memoria (cuadriculado).
La creación nos salva de la locura, es un espacio de contención que nos protege para poder reelaborar una felicidad y goce de una forma más sana que el resto de la población que no crea. A través de la creación hay una reelaboración inconsciente de conflictos en un proceso que nos atrapa. Es la búsqueda constante de algo que nos falta y que nos colme de placer.


Proceso creativo:
o Búsqueda
o Goce efímero
o Parecido al sexo
o Frustración


Indicadores de la creatividad:
o Originalidad
o Capacidad de idear
o Fluidez de iniciativas
o Flexibilidad en el tipo de aportaciones
o Apertura a nuevas aportaciones
o Capacidad de elaboración


A través de la estética se desarrolla los siguientes factores:
o emociones-sensaciones
o cognitivos- nivel de conocimiento
o intelectuales- lógica, armonía= proporciones
o físico-fisiológicas- placer de la percepción.


...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
(UNESCO, 1982: Declaración de México)